Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre El. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mateo 3:16-17
Vamos a ponernos en contexto, Jesús había sido bautizado por Juan el Bautista. Juan bautizaba para el arrepentimiento y perdón de pecados, ósea el que iba a él era porque alguna se había mandado. Entonces ir a bautizarse suponía en cierta forma un motivo de vergüenza para algunos, pensando principalmente en lo que pudiera decir la gente de este.
Pero Jesús cumpliendo con la voluntad de Dios (Mt 3:15) se bautiza, sin tener nada de que arrepentirse o pedir perdón y sin importarle lo que las personas hablen de El.
Lo interesante está en que cuando se bautizó, escucho la voz del Padre diciendo “Este es mi hijo amado en quien yo tengo complacencia” En otra versión dice, "quien me da gran gozo".
Pero, por qué Dios no dijo estas palabras mucho antes?
Porque espero hasta el bautismo, si Jesús no tenía nada de que arrepentirse o pedir perdón?
Porque Jesús acababa de hacer la voluntad del Padre. Y Dios se complace en Sus hijos que hacen Su voluntad.
Es que no importa que tan “santo” creas que seas, que tantas cosas has en Su nombre, que tanto sirvas, la única forma de oír la voz de Dios diciéndonos que se complace en nosotros, es haciendo Su voluntad. Y si es lindo que nuestro papá terrenal diga que tiene orgullo de nosotros, imagínense lo hermoso de que lo diga nuestro Padre celestial.
-Empezar de Nuevo
"Voy en un viaje intenso directo a Tu misión, voy arrojando todo y Vos sos la razón"
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