Una vez estaba leyendo la tan conocida historia de cuando Jesús calma la tempestad en la barca con sus discípulos.
Y dos versículos llamaron mi atención en especial.
“Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero El (refiriéndose a Jesús) dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron diciendo ¡¡¡Señor sálvanos que perecemos!!!” Lucas 8:24-25
Vemos de un lado a los discípulos muy asustados, creyendo que iban a morir. Y de otro lado a Jesús, que simplemente dormía, sin temor a lo que le podría pasar.
Entonces mi pregunta es: ¿qué le quita el sueño a Jesús?, porque yo seguramente estaría como los discípulos o peor. Ustedes? Como los discípulos o se la bancarian....
Seguimos, leemos en Mateo 26:36-46, cuando Jesús ora en Getsemaní, Él les pide a sus discípulos que oren y mientras que El oraba, volvía y tres veces encuentra a sus discípulos durmiendo. A Jesús lo que le quitaba el sueño era buscar del Padre, tener una intimidad con El, eso era lo único que le importaba.
Ahora hagámonos esta pregunta ¿Qué nos quita el sueño? Las tormentas de la vida, que no llegamos con la plata, esa materia que no podemos sacar en la facu, algún problema en la familia, el jefe que no nos quiso dar el día; o nos quita el sueño buscar al Padre, buscar Su rostro; confiando que Él se va a encargar de calmar cualquier tormenta.
-Empezar de Nuevo
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